En la imagen se ve el plano de un galpon desde arriba

Cuando llega el momento de construir, el plano de un galpón —sea para uso industrial, agropecuario o comercial— es uno de los pasos más importantes y a menudo subestimados. No se trata solo de un dibujo técnico: es la base que determinará la funcionalidad, seguridad y durabilidad de toda la estructura.

A continuación, te contamos las 5 cosas esenciales que debés considerar al hacer o revisar el plano de un galpón. Esta guía práctica te ayudará a evitar errores costosos y asegurar que el diseño se ajuste exactamente a tus necesidades.


1. Medidas, uso y cargas: el punto de partida técnico

Todo plano de un galpón debe partir de una pregunta fundamental: ¿para qué lo vas a usar?

Esto implica definir antes:

  • Superficie cubierta.
  • Altura libre interior.
  • Tipo y peso de la maquinaria, vehículos o insumos que contendrá.
  • Necesidades de circulación interna.

Un plano de un galpón que no contemple cargas reales (por ejemplo, el peso de un tractor o de un sistema de estanterías industriales) puede generar problemas estructurales graves o sobredimensionamientos innecesarios que encarecen el proyecto.


2. Orientación y entorno: más que una cuestión estética

El plano de un galpón debe considerar el entorno físico: vientos predominantes, orientación solar, accesos, nivel del terreno, entre otros.

Elegir mal la orientación puede traer:

  • Calor excesivo en verano o acumulación de humedad.
  • Mala iluminación natural (lo que implica más gasto en electricidad).
  • Ingresos incómodos para vehículos de gran porte.

También es fundamental prever los desagües pluviales y cómo se comportará el terreno durante lluvias.


3. Estructura y materiales definidos desde el plano

Una buena práctica es que el plano de un galpón ya incluya:

  • Tipo de columnas y vigas (ej. alma llena, perfiles C, etc.).
  • Tipo de cubierta (a dos aguas, parabólica, tinglado simple).
  • Materiales: acero galvanizado, chapas, aislantes.

Esto permite obtener presupuestos más claros y comparables. Además, evita conflictos futuros entre lo que se diseñó y lo que efectivamente se puede construir.

Reglamentos Nacionales de Seguridad Estructural

En la imagen se ve un diseño de galpón en un plano

4. Accesos, ventilación y luz natural

Uno de los errores más comunes es diseñar planos sin pensar en la funcionalidad operativa. Esto incluye:

  • Portones: ¿corredizos o levadizos?, ¿con qué ancho?, ¿cuántos?
  • Ventilación cruzada: esencial para evitar condensación y mejorar la conservación de productos.
  • Iluminación natural: con chapas traslúcidas estratégicamente ubicadas se puede reducir el consumo eléctrico.

5. Detalles técnicos y exclusiones claras

Un plano incompleto puede llevar a malos entendidos y costos adicionales. Por eso debe incluir:

  • Especificaciones técnicas completas (espesor de perfiles, tipo de anclajes, refuerzos).
  • Elementos que no están incluidos (bases de hormigón, instalación eléctrica, etc.).

También es clave que el plano esté firmado por un profesional matriculado y que se pueda presentar ante autoridades si se requiere aprobación municipal o habilitación industrial.


En resumen

Un plano de galpón no es un simple trámite: es una herramienta estratégica que determina si el proyecto será funcional, duradero y rentable. Invertir tiempo en su elaboración, o en revisar con lupa el plano que te entregan, te puede ahorrar miles de pesos y meses de dolores de cabeza.

Si estás por construir un galpón, te recomendamos trabajar con profesionales que te expliquen cada parte del plano, y que tengan experiencia concreta en obras similares a la tuya.